En la Casa de Protección El Nido, de la Fundación Alas de Colibrí, los días son muy ajetreados. Desde la mañana, las chicas se concentran en llevar una rutina activa y llena de aprendizajes provechosos. Durante toda la semana reciben talleres de joyería, costura y belleza, esto les permite mantenerse activas y aprovechar el tiempo que comparten mientras son compañeras.
Todas estudian a distancia para mantener un proceso educativo continuo y sobre todo cumplir con su derecho a la educación. A lo largo del día hacen ejercicio, realizan tareas de limpieza, participan en talleres didácticos y comparten entre ellas.
En la parte posterior de la casa, cultivan un huerto y lo cuidan a diario, lo riegan y limpian cualquier impureza que pueda afectar su crecimiento. La época de lluvia ha provocado algunos problemas, sin embargo el cuidado diario lo mantiene radiante.
Es muy frecuente entrar en la casa y encontrarlas tejiendo elaboradas prendas de vestir hechas de lana, pues todas demuestran un gran talento para esta labor que no sólo requiere habilidad sino también paciencia y esfuerzo.
Las actividades de limpieza de la casa se realizan por turnos y están asignadas para cada día de la semana, las responsabilidades se designan para un día y es tarea de cada una de ellas cumplirlas de acuerdo al horario establecido.
Es evidente que en El Nido, el tiempo se aprovecha completamente y es bueno saber que los aprendizajes que se comparten son para toda la vida.
Todas estudian a distancia para mantener un proceso educativo continuo y sobre todo cumplir con su derecho a la educación. A lo largo del día hacen ejercicio, realizan tareas de limpieza, participan en talleres didácticos y comparten entre ellas.
En la parte posterior de la casa, cultivan un huerto y lo cuidan a diario, lo riegan y limpian cualquier impureza que pueda afectar su crecimiento. La época de lluvia ha provocado algunos problemas, sin embargo el cuidado diario lo mantiene radiante.
Es muy frecuente entrar en la casa y encontrarlas tejiendo elaboradas prendas de vestir hechas de lana, pues todas demuestran un gran talento para esta labor que no sólo requiere habilidad sino también paciencia y esfuerzo.
Las actividades de limpieza de la casa se realizan por turnos y están asignadas para cada día de la semana, las responsabilidades se designan para un día y es tarea de cada una de ellas cumplirlas de acuerdo al horario establecido.
Es evidente que en El Nido, el tiempo se aprovecha completamente y es bueno saber que los aprendizajes que se comparten son para toda la vida.